Vivimos una vida agitada, donde a veces se nos pasan desapercibidas, cosas, sensaciones, percepciones de un valor incalculable.
Con el transcurrir de la vida y de las experiencias vividas, aprendemos a ver las cosas de diferente manera. Valoramos y damos más importancia a momentos que antes nos pasaban inadvertidos.
Si cerramos los ojos y miramos a través de nuestra alma, nos impregnamos de sensaciones que antes no apreciábamos, y que por si mismas nos pueden mostrar un mundo maravilloso, por medio "de los sentidos".
Nos podemos deleitar, con el color de un paisaje al atardecer,con el sonido de una bella melodía, con la fragancia de un perfume, saboreando una deliciosa comida, o al recibir el roce de una suave caricia. Todo nos llega a través de los sentidos.
Deberíamos aprender a educarlos, para aprovechar todas las cosas hermosas que la vida nos regala, pues por medio de los sentidos podemos decir, que vivimos y sentimos y nos conectan con nuestro presente, para vivir "el aquí y ahora". Un día leí, que los sentidos son "un regalo de la naturaleza que conectan nuestra esencia con el exterior".
El mundo exterior, lo tocamos, lo olemos, lo vemos, lo oímos y lo probamos a través de los sentidos. Ser conscientes de esas sensaciones y percibirlas es algo maravilloso, mágico y a la vez distinto, pues la sensación es una experiencia inmediata. La percepción es la manera en que el ser humano interpreta esas sensaciones.
Toñi Delgado = 28/5/2014
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